Durante miles de años se ha extraído y trabajado el hierro en el País Vasco pero hasta 1913 no hubo estudios oficiales de minería. La Escuela de Artes y Oficios de Bilbao ofrecía a finales del siglo XIX una especialidad destinada a formar capataces de minas. El empuje y las necesidades de la industrialización hizo que un decreto ministerial de Madrid concediera el rango de escuela oficial a aquella especialidad. Nace así la Escuela de Capataces de Minas y Fábricas Siderúrgicas de Bilbao. Sucedió un 19 de diciembre, hace justo 100 años.
HERIBERTO PÉREZ; Subdirector de Ordenación Académica:Kaixo Iñaki!
IÑAKI LETURIA; Elhuyar Zientzia: Aupa Heriberto! Habéis cumplido 100 años pero os conserváis bien, menuda sede más bonita!
H.P.: Sí, lo estrenamos el año pasado, es el segundo curso en San Mames desde que vinimos de Barakaldo y aquí seguimos después de 100 años.
I.L.: Y ahí los futuros mineros o capataces de minas, aunque no sé si habrá tanta mina para tanto estudiante...
H.P.: Si pero ahora hemos ampliado lo que se da aquí y tenemos dos títulos, un grado de minas y energía y luego otro de ingeniería civil y es una formación más completa.
I.L.: Pues comenzamos la visita guiada.
Tras varios traslados y cambios de sede, un par de guerras y alguna que otra crisis las minas continúan aún en el nombre de la escuela universitaria, pero acompañadas ahora de otras especialidades, como la energía y las obras públicas. Hay asignaturas básicas que perduran. En esta clase de física aprenden lo que es el momento de inercia. Esto es nuevo. Es una clase sobre depuración de aguas. La evolución ha sido en ocasiones, lógica. Por ejemplo, la tecnología desarrollada en las galerías de las minas, se utiliza ahora para construir los túneles del metro. Desde el año 2000 la ingeniería civil es compañera de viaje de la ingeniería de minas.
H.P.: Aquí están trabajando con el hormigón, vamos a interrumpir a Marcos, el profesor, de sus explicaciones de cómo se fabrica un buen hormigón. Los propios alumnos lo fabrican y luego se comprueba su resistencia en un banco de pruebas. Kaixo Marcos!
MARCOS LARRAURI; Profesor: Estos son alumnos del tercer curso de ingeniería civil y esta es la asignatura de construcción y obras.
I.L.: Y estáis haciendo el hormigón con la receta en la mano, como he visto a una alumna.
M.L.: Eso es, al final será uno de los materiales que más utilicen cuando ejerzan como profesionales y luego la idea es que, cuando la probeta esté curada, a partir de los 10 días, en dos semanas, lo que haremos será una prueba de rotura y probaremos la resistencia con la que salen las distintas dosificaciones, las distintas recetas.
I.L.: Cada receta será la más adecuada para un uso concreto.
M.L.: Bueno, en función de la receta va a variar la resistencia del hormigón.
I.L.: ¿Ese que tal está, Marcos?
M.L.: En principio tiene una consistencia bastante seca, una relación agua-cemento...
I.L.:¡Un poco más de agua hay que echarle a eso!
IÑAKI LETURIA; Elhuyar Zientzia: Esto es una auténtica clase de minas.
HERIBERTO PÉREZ; Subdirector de Ordenación Académica:Así es.
I.L.: Bueno, habrá cambiado a lo largo del tiempo pero siempre se han utilizado explosivos.
H.P.: Sí, es la misma tecnología y tienen que aprenderla, en la realidad, cómo es una voladura, cómo explota,...
I.L.: Esto tendrá su punto de peligro, de emoción.
H.P.: Alguien tiene que tomar la responsabilidad, ellos son los que firman los proyectos, los encargados de dirigir estas operaciones tan complicadas. Alguien tiene que hacerlo y aquí aprenden a eso.
José Ignacio González tiene una triple perspectiva de las historia de la escuela. Fue alumno hace más de 40 años, cuando las clases se daban encima del parque de bomberos, los bedeles eran guardias civiles retirados y los alumnos no se quitaban el abrigo, del frio que hacía. Ah! Y por las mañanas trabajaba en La Naval de Sestao. Ha dirigido la mina de calcita de Trucios y hasta hace poco ha compaginado esa labor con la docencia.
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ; Alumno, profesor y minero: Daba maquinaria de minas y automatismos, uso de explosivos, y laboreo de minas, esas tres.
IÑAKI LETURIA; Elhuyar Zientzia: Cuántas historias como alumno. como profesor y como minero... porque tú también has trabajado en la mina, si se te puede llamar minero.
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ; Alumno, profesor y minero: Sí, sí,.. entré a trabajar en Agruminsa cuando se habían juntado Orconera y Francobelga, las compró Altos Hornos, se juntaron las dos minas y entonces fue un segundo relanzamiento de la minería en Bizkaia, allá por el año 1975. Entramos muchos técnicos nuevos, jóvenes y empezamos a traspasar lo que habíamos aprendido en la escuela de uso de explosivos, pero claro esa experiencia de hablar de explosivos aquí a usarlos en la mina, en la práctica, son palabras mayores. Cuando di mis primeras voladuras, pues te asustabas un poco.
José Ignacio no es tan viejo como para haber usado muchos de estos objetos, aunque haya conocido alguno en marcha. La exposición “100 años, 100 objetos” reúne material tanto minero como académico. Barrenadoras y apuntes. Cuando no había calculadoras se utilizaba esta regla para trigonometría. Pupitres y dinamita. Objetos que enseñan el trayecto entre el aula y la mina.
I.L.: Estáis en clase de ciencia de los materiales.
Estudiante: Sí, hemos realizado unas pequeñas incisiones o grietas, que luego medimos con el microscopio y con una fórmula calculamos la dureza del material.
I.L.: Cuando termines ¿dónde esperas llegar?
Ikaslea: No lo sé. Puede que siga estudiando, algún master… no sé, con la crisis está difícil.
IÑAKI LETURIA; Elhuyar Zientzia: Como en el "Un, dos, tres" podriamos decir que los alumnos de esta escuela, ¿cuántas profesiones pueden llevar a cabo?
HERIBERTO PÉREZ; Subdirector de Ordenación Académica:Profesiones o sitios donde trabajar.
I.L.: Por ejemplo construir túneles, expertos en energía,...
H.P.: Ellos son los que firman los proyectos de voladuras, trabajan en extracción de gas y petróleo, en refinerías, luego los de obras públicas e ingeniería civil tienen todas las obras públicas, todas las infraestructuras: puentes, ferrocarriles, depuradoras, potabilizadoras de agua, explotación de presas hidráulicas,... un poco todas estas cosas, sí.
Y además, investigan. En este laboratorio trabajan en el desarrollo de nuevos materiales que mejoren la eficiencia energética en edificación. Esto sería uan especie de batería térmica que se carga a altas temperaturas. Apretando el activador, toda la energía acumulada se desprende en forma de calor.
GONZALO DIARCE; Investigador: Utilizamos esta tecnología para mejorar las instalaciones térmicas en edificios o también se puede aplicar en la construcción de fachadas.
I.L.: ¿Una fachada que almacena calor?
GONZALO DIARCE; Investigador: Se trataría de dotar de más inercia térmica a esa fachada y así conseguimos mejorar su rendimiento energético, su eficiencia. Y luego otra aplicación sería en sistemas de intercambio de calor para hacer más eficientes las instalaciones de energías renovables en edificios.
I.L.:¡Y sigue subiendo!