Restaurar viejas películas cuesta mucho trabajo. Sin embargo, coger una foto reciente y darle un aspecto envejecido es muy fácil. Y está de moda.
Istagram es una red social para compartir fotos. Está disponible para teléfonos iPhone y Android, es gratuita y permite retocar las fotos que hacemos con la cámara del móvil. Primero, hay que recortar una imagen cuadrada, como las que se hacían con las cámaras antiguas, y, después, elegimos un filtro. Las fotos que se suben a Instagram pesan poco y, por tanto, tienen una calidad escasa, pero con los filtros se consigue un efecto vintage que les da un toque profesional. También se pueden corregir el brillo y el contraste de forma automática, o añadir desenfoques.
Instagram tiene 100 millones de usuarios. Su secreto es que es muy fácil de usar y que no hace falta ser un gran fotógrafo para conseguir fotos bonitas. El año pasado, Facebook compró Instagram y, en un principio, anunció que podrían vender nuestras fotos a terceros. Aquella decisión ahuyentó a muchos usuarios y la compañía tuvo que rectificar.
Ahora hay muchas aplicaciones que se han unido a la moda de los filtros. Por ejemplo, Flickr, la conocida web para compartir fotos, ha renovado su aplicación para móviles y ahora es más fácil retocar y compartir las imágenes. Y, si lo que quieres es retocar vídeos, ahora Vimeo también ofrece la posibilidad de añadir distintos filtros y efectos. De momento son gratuitos, pero pasarán a ser de pago.
Hay que decir que esto de los filtros no es ningún milagro. Y, aunque tengamos la tentación de creernos verdaderos artistas, deberíamos pensárnoslo dos veces antes de aburrir a nuestros amigos con mil fotos de nuestras recetas y mascotas.