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Kaixo, soy Francesca Tinti, investigadora de Ikerbasque y trabajo en la facultad de Letras de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Yo soy historiadora de la Alta Edad Media y hasta ahora me he ocupado de Inglaterra en la Alta Edad Media, una época que se suele llamar anglosajona. He estudiado sobre todo la historia de la Iglesia, en particular de una catedral, que se llama la catedral de Worcester, a través de unos manuscritos del siglo XI que se llaman cartularios. Un cartulario es una colección de copias de documentos. Normalmente son donaciones de tierras, o privilegios y nos ayudan sobre todo a estudiar la historia patrimonial del territorio, de una institución como un monasterio o una catedral.
Hasta ahora los historiadores se han centrado más en los documentos individuales contenidos en los cartularios, en estas colecciones de documentos y hace muy poco tiempo que hemos empezado también a mirar a los cartularios como fuentes per se y no sólo como contenedores de fuentes. Y gracias a eso hemos podido averiguar que normalmente se realizan cartularios en periodos de crisis o de dificultad de la institución que realiza, produce esos manuscritos. Sí que hemos podido notar, que por ejemplo en el caso de Worcester, en el cartulario de Hemming, los monjes eligieron solamente los documentos que les interesaban en ese momento para demostrar sus derechos y sus intereses.
Cada manuscrito, cada texto, en verdad, es un objeto arbitrario, que es fruto de alguna elección de algún tipo. No sólo porque se elige algo y algo se deja fuera. Pero también porque la manera en que yo decido ordenar esos documentos me puede significar algo. La estructura de un manuscrito, puede ser muy importante para enteder las razones por las cuales se realizó.
Nunca es un relato neutro. Los historiadores ahora, aunque ya antes se sabía, son muy conscientes de que las fuentes que ellos manejan son el fruto del trabajo de alguien que estaba interesado en narrar o describir ese evento por sus intereses, porque quería demostrar algo. En cualquier caso lo que nos enseña es que esa es una visión partidaria de lo que pasó. Pero esto es verdad para cualquier texto, nunca los textos son neutrales, pero no por eso son menos interesantes, todo lo contrario.
Ese tipo de manuscritos se pueden encontrar en muchos sitios de Europa. Y al llegar aquí me enteré que mis compañeros de la universidad del país vasco también tenían interés por estudiar un manuscrito muy importante de San Millán de la Cogolla, que es también un cartulario, y se conoce como Becerro galicano, y nos planteamos la idea de hacer una edición digital de ese manuscrito. Gracias a eso se puede ver la estructura de todo el manuscrito y cambiar el orden de los manuscritos como nostros queramos. Se puede seguir el orden cronológico de los varios documentos, que es lo mismo que hacían las ediciones tradicionales en papel, pero también se puede respetar la estructura del manuscrito porque es ahí que podemos encontrar las razones por las que se realizó.
Si tuviera que justificar el trabajo sobre el pasado, sobre la historia en general o sobre la historia medieval en particular, diría que es muy importante para casa sociedad conocer su pasado. Una sociedad que pierde la memoria de su pasado es una sociedad muy pobre. Y por eso es imporatente invertir en este tipo de disciplinas para poder dar valor a lo que tenemos en nuestro pasado.
Creo que se valora lo que hacemos, pero también es verdad que no es infrecuente encontrarse con gente que piensa que las humanidades no son muy útiles o que son menos útiles que otras disciplinas como la física o la química. Yo creo que ese es un pensamiento muy peligroso, porque al final no se puede invertir sólo en las disciplinas que parecen económicamente más ventajosas. Una sociedad que es rica, pero no tienen conocimiento, es una sociedad pobre.
Lo peor de mi trabajo creo que es el papeleo administrativo que tienes que hacer para encontrar el dinero para la investigación y que quita mucho tiempo a la investigación.
Lo mejor de mi trabajo y lo que me gusta más es poderme acercar a la sociedad de la Alta Edad Media, a través de lo que nos ha quedado, a través de cosas como textos, manuscritos, objetos, monedas... Y me gusta mucho cuando me acerco a uno de esoso objetos pensar en la gente que lo produjo, o lo utilizó hace más de mil años. Y así puedo también intentar enteder esa sociedad, su manera de vivir, sus ideales, sus creencias.
Francesca Tinti
2013/05/27
La investigadora que hoy conocemos 'de cerca' es historiadora de la Alta Edad Media.
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