La posibilidad de adquirir estos ordenadores a un precio asequible y la masiva introducción en el mercado han hecho del ordenador personal uno de los inventos que sin duda más impacto ha provocado en la vida cotidiana del final del siglo XX. En 1999, se vendieron en el mundo más de 100 millones de ordenadores. El 50% de los hogares de Estados Unidos tiene un PC y uno de cada cuatro hogares europeos también lo tiene. La tecnología de los microprocesadores y de la fabricación de circuitos integrados está cambiando rápidamente. En la actualidad, los microprocesadores más complejos contienen en circuitos electrónicos hasta 10 millones de transistores. Se preve que en breve los microprocesadores avanzados contengan más de 50 millones de transistores, y unos 800 millones en el 2010.
En los años sesenta, el ejercito estadounidense desarrolló un sistema de comunicaciones entre sus ordenadores para conectarlos entre sí. Nació así la primera red de comunicaciones, ARPANET. Pero es en 1983 cuando se considera que nació realmente Internet, al separarse la parte militar y la civil de la red. Desde entonces, el número de usuarios conectados a la red en todo el mundo ha ido creciendo exponencialmente. De igual forma, la cantidad de texto, imágenes, sonido y vídeo que contiene la telaraña mundial ha llegado a tal extremo que el conjunto de los grandes buscadores como Yahoo o Altavista sólo alcanzan a conocer el contenido de menos de la mitad de la red. Uno de los grandes retos futuros de Internet es la velocidad en la transmisión de datos, ya que con las actuales líneas telefónicas la información circula todavía a muy baja velocidad. En pocos años se preve que Internet se integre con la televisión. Un solo monitor bastará para ver películas, hacer compras, trabajar en casa o realizar una llamada de teléfono viendo a nuestro interlocutor.
El siglo XX ha sido el siglo de muchas cosas, pero si bien es demasiado pronto para aseverarlo, es muy posible que en el futuro el siglo XX sea conocido como el siglo de Internet.