Si eres de los que dudan entre un portátil y una tableta, que sepas que existen dispositivos que ofrecen las ventajas de ambos: pantallas táctiles e interfaces intuitivas, como las tabletas, sin perder la potencia y el teclado de un portátil. Hoy hablaremos de dos de estos ordenadores convertibles, o híbridos, que parten de una misma idea, pero que han sido diseñados de manera muy diferente.
Este de aquí se llama Sony Vaio Duo y, como veis, es una tableta de 11,6 pulgadas y formato panorámico. Un poco gruesa, eso sí. Si deslizamos la pantalla, aparece un teclado retroiluminado, que incorpora un pequeño trackpad óptico para controlar el puntero. Tiene varios puertos USB, HDMI, lector de tarjetas SD, y hasta una conexión VGA, que es la que aún utilizan muchos proyectores. Pesa 1,3 kg, más o menos el doble que una tableta al uso. Como pega, quizás, que a la hora de transportarlo la pantalla queda expuesta, y que no le sirve la típica funda de una tableta.
A primera vista, este otro modelo podría parecer un portátil normal y corriente. Es el Lenovo Ideapad Yoga, y se llama así porque es tan flexible que la pantalla se pliega completamente, hasta esconderse detrás del teclado. De esta manera, tenemos una enorme tableta de 13,3 pulgadas, algo difícil de manejar con una sola mano. Pesa algo más de un kilo y medio y tiene un grosor de 17 mm, así que, aunque como tableta nos quede un poco grande, como portátil se puede decir que es bastante fino y ligero.
Ambos equipos funcionan con Windows 8, y permiten alternar entre esta interfaz diseñada para disposotivos táctiles y el escritorio tradicional. Otra cosa que tienen en común es el procesador: un Intel Core i7 que les da el sello de Ultrabook, es decir, portátiles que combinan portabilidad y potencia. En cuanto al precio, estas versiones de 11 y 13 pulgadas cuestan 1.100 y 1.300 €.