La sonda Rosetta , lanzada al espacio en 2004 desde la Guayana Francesa, lleva hibernando desde 2011, y se reactivará el 20 de enero, cuando se encuentre a 9 millones de kilómetros de su destino final: el cometa Churymov-Gerasimenko.
Rosetta es la primera misión diseñada para orbitar y aterrizar sobre un cometa. Está compuesta por un módulo orbitador, que lleva 11 experimentos científicos, y por un módulo de aterrizaje, bautizado como Philae, con 10 experimentos adicionales, con los que se desarrollará el estudio más detallado jamás realizado sobre un cometa.
La Agencia Espacial Europea prevé que Rosetta se acerque lentamente al cometa Churymov-Gerasimenko para ir cartografiando su superficie, a fin de encontrar el mejor lugar para su aterrizaje, previsto para noviembre de 2014.
Los cometas son los objetos más primitivos del Sistema Solar, y como tales contienen información sobre nuestros orígenes. Su composición química se ha mantenido prácticamente inalterada desde su formación, por lo que reflejan la composición de nuestro Sistema Solar cuando aún era muy joven, hace más de 4.600 millones de años.
Rosetta también ayudará a descubrir si los cometas intervinieron en la formación de vida en la Tierra. Los cometas transportan moléculas orgánicas complejas, que quizás hayan tenido alguna función en el origen de la vida. Además, los elementos ligeros y volátiles que transportan los cometas también podría haber jugado un papel importante en la formación de los océanos y de la atmósfera de la Tierra.
La sonda alcanzará su objetivo en agosto de 2014, y tres meses después, posará su módulo de aterrizaje sobre la superficie del cometa para estudiar su evolución y composición mientras se dirigen hacia el Sol. El cometa Churymov-Gerasimenko, se acerca a la órbita del Sol cada 6 años y medio, y es aún muy desconocido. La misión de exploración de Rosetta sobre este cuerpo celeste durará un año, hasta diciembre de 2015.
Durante su viaje hacia el cometa Churyumov-Gerasimenko, Rosetta ha pasado por el gran cinturón de asteroides que se extiende entre las órbitas de Júpiter y de Marte, donde entre 2006 y 2010 ha tomado imágenes de los asteroides Steins y Lutetia.
Rosetta toma su nombre de la famosa piedra Rosetta que permitió descifrar los jeroglíficos egipcios hace unos 200 años. De forma similar, los científicos esperan que Rosetta desvele los misterios de cómo evolucionó el Sistema Solar.